Puta reputa reputacion

De pie, en el silencio de mis muros protectores, medí el precio de la libertad... Después del desgarro y del autoencuentro, después de adjudicarme la libertad de viajar, la libertad de mi cuerpo, de mi voluntad; regreso y me encuentro con mi enorme pedazo de soledad esperándome. Hoy he decidido ser la EVA que siempre debió ser...

miércoles, diciembre 17, 2008

Leaving home


No se si nadie lo entienda o a nadie le importe, o le importa a una sola persona que no es “mi persona” el hecho estúpido e irremediable de tener que tomar decisiones que te separan de todo lo que empezabas a amar, te separan u n a v e z m á s.

Cambiar de ciudad y empezar a pensar de nuevo en domingos improvisados, con el aplastante segundero martillándote el alma y sentenciándote que continúas solo. Que han transitado muchas personas en tu vida y ninguna ha tenido el coraje de decirte: quédate conmigo, o lo han hecho demasiado tarde, cuando los buenos sentimientos se vieron completamente rebasados por el descuido y mi indiferencia fue capaz de incinerar cualquier indicio de amor.

Porque de nuevo tendré mucho cuidado al manejar, al cocinar, al bañarme, al bajar la escalera, porque si resbalo no tendré un número de emergencia ni quién tome mi mano en el hospital.

Porque la soledad no me duele, me duele mi dureza para abandonar, porque soy yo quien ha decidido dar media vuelta y dejar atrás eso que me hace levantarme sonriendo sin importar que sean las 5.00 am.

Y este es un punto en el que aprendo a sostener lo dicho y ser consecuente a las consecuencias y cada vez que sonrío con alguien por dentro siento una enorme tristeza, porque se que será de las últimas veces quizás en mucho tiempo, o quizá simplemente la última vez.