Una sola plaza
Y vuelvo otra vez a ese lugar del que partí hace mucho tiempo y al que nunca pensé que regresaría...
No sé que explicación científica tenga, pero he llegado a ese punto donde no existen mis lágrimas, es literal, por más que intente o quiera o me duela, no puedo llorar, no hay gotitas saladas.
Debe ser esta sensación, de sentir que voy sola en mi botecito, así es, sola, no cuento con mi familia o con un amigo incondicional o con un amor que incondicionalmente me entienda.
Es extraño, cualquiera que me viera en la calle no pensaría eso de mi, incluso ni quienes me conocen pensarían eso de mi.
Pero como a fin de cuentas voy sola en este barco, trataré de hacerme buena compañía, al menos.
1 Comments:
Llorar hacia dentro a veces es lo peor, llorar con lagrimas secas... pero llorar al fin y al cabo de una forma u otra. Sola a la deriva, sola en compañia, y acompañada porque casi siempre hay eco. besazos
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