Puta reputa reputacion

De pie, en el silencio de mis muros protectores, medí el precio de la libertad... Después del desgarro y del autoencuentro, después de adjudicarme la libertad de viajar, la libertad de mi cuerpo, de mi voluntad; regreso y me encuentro con mi enorme pedazo de soledad esperándome. Hoy he decidido ser la EVA que siempre debió ser...

martes, julio 19, 2005

Una sola plaza


Y vuelvo otra vez a ese lugar del que partí hace mucho tiempo y al que nunca pensé que regresaría...

No sé que explicación científica tenga, pero he llegado a ese punto donde no existen mis lágrimas, es literal, por más que intente o quiera o me duela, no puedo llorar, no hay gotitas saladas.

Debe ser esta sensación, de sentir que voy sola en mi botecito, así es, sola, no cuento con mi familia o con un amigo incondicional o con un amor que incondicionalmente me entienda.

Es extraño, cualquiera que me viera en la calle no pensaría eso de mi, incluso ni quienes me conocen pensarían eso de mi.

Pero como a fin de cuentas voy sola en este barco, trataré de hacerme buena compañía, al menos.

1 Comments:

At julio 20, 2005, Anonymous Anónimo said...

Llorar hacia dentro a veces es lo peor, llorar con lagrimas secas... pero llorar al fin y al cabo de una forma u otra. Sola a la deriva, sola en compañia, y acompañada porque casi siempre hay eco. besazos

 

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