Atrás
En mi corazón me prometí estar siempre, siempre contigo.
Y simplemente no pude, 900km me separan de ti pequeña, de ti y de tu dolor que no es tu culpa, ni mía, entonces, en este momento congelo todo sentimiento, no tiene caso sentir nada si de nada te servirán mis lágrimas saladas y mudas.
Te mando letras y una oración grandota. Te leo así, así como me leía yo hace once años, y hasta ahora me he permitido pensar que no valen la pena las torturas emocionales a los doce, pero tu todavía no lo entiendes, y yo simplemente estoy aquí escribiendo algo que quizá nunca leerás, estoy aquí exprimiéndome el alma queriendo darte un poquito de este jugo, calmarte un poquito esa sed de respuestas.
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