Delirio de una noche húmeda

La mente se me ha nublado.

A todos se nos debería nublar de vez en cuando, deberíamos todos padecer la agonía de los besos suaves cuya delicia nos tortura, cuya presencia nos mata de deseo.

Es un estado alucinógeno, la mente se me ha nublado al grado de querer vivir la realidad de la lujuria.

¿Qué pasaría al tenerte esta noche? Pasarían muchas cosas dignas de contarse e imposibles de narrar, te devolvería el precio de esta alucinación, te lo devolvería poro a poro, te contaminaría el aliento, la vista y el olfato.

¿Qué pasaría al tenerte la siguiente mañana? Pasaría algo tan dulce y oculto que no se parecería a la noche anterior, pero sería exactamente la misma intoxicación.

¿Qué pasaría al tenerte una vez más al caer la tarde? Pasaría que tendría ganas de robarte el alma después de haber tenido todo tu cuerpo.