Caleido
¿Porqué, porqué me sigues amando?
Deberías simplemente darte la vuelta y convencerte que nunca existí.
Siempre he tenido la impresión de que nunca iba a sentir que perteneciera a alguien, más bien, pensaba que pertenecería a algo, a mi trabajo, a la ambición de liderar, pero no a alguien.
Durante una feliz etapa cambiaste esa seguridad en mi, la seguridad de que nunca iba a poder compartir mi vida entera con alguien, lo hiciste de la mejor manera y todo para que a fin de cuentas terminaras demostrándome (también de una forma excelente) que todo había sido una ilusión, un espejismo, me rompiste el corazón. ¿Y sabes? Después del proceso de re-armarme llegué a la conclusión de que nunca te perdonaría… y no lo he hecho.
Vivo una doble vida, así es, soy una en lo que digo y te demuestro y otra en lo que pienso y siento. Hoy haz vuelto a ser lo que fuiste al principio, me lo das todo, amor, protección, pasión, ternura, pero lo nuestro, lo nuestro no es lo mismo.
La verdad es que he roto muchos corazones, pero no el tuyo, el tuyo sólo sería un trofeo al fracaso, además, creo que es mi forma de agradecerte el tiempo que me hiciste infinitamente feliz…
“Los suspiros son aire y van al aire, las lágrimas son agua y van al mar… Dime, cuando el amor se acaba, ¿sabes a dónde va?” Bécquer.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home