Puta reputa reputacion

De pie, en el silencio de mis muros protectores, medí el precio de la libertad... Después del desgarro y del autoencuentro, después de adjudicarme la libertad de viajar, la libertad de mi cuerpo, de mi voluntad; regreso y me encuentro con mi enorme pedazo de soledad esperándome. Hoy he decidido ser la EVA que siempre debió ser...

domingo, julio 01, 2007

Regina y Diego


Regina gusta de dormir hasta tarde. Va siempre acompañada de Lulú, la muñeca de trapo que le regaló su tía cuando cumplió un año. –Lulú no come cebolla mami – dice siempre cuando ella no la quiere comer, lo heredó de su madre.

Es una niña saludable y juguetona, demasiado lista para sus 5 años. Es el orgullo de papá, le gustan los números igual que a él. No hay día malo y el estrés del trabajo queda olvidado siempre que ella brinca a sus brazos y le dice – Papi quiero jugar contigo – Papá no puede decir que está cansado, es imposible negarle algo a los enormes ojos café claro de mamá y la sonrisa de papá que iluminan la cara de Regina.

Diego, él es inquieto por naturaleza, le encanta armar cosas, tal vez un día sea ingeniero. Corre a los brazos de su padre cada vez que pasan por él a la oficina. Diego sabe que tiene el mejor papá del mundo y que el trabajo de papi es muy importante. Diego es el hombre de la casa, y aunque tiene 3 años, cuida a mamá y a Regina de cualquier peligro que las aceche.

Regina y Diego son el motor de sus padres, la vida es fácil cuando ellos sonríen.

Aunque tal vez, Regina y Diego estén condenados a morir antes de tiempo, mami y papi quieren decirles que los han amado desde antes que nacieran.