Incontenible

Atravieso la puerta de la habitación donde te guardas

te observo, te huelo, camino despacio hacia ti...

Te abrazo con toda inocencia y dejo caer en tu mejilla un beso.

Me muestro más que inofensiva,

pero dentro de mi...

sólo se que podría comerte de mil maneras distintas

pero que eligiría nada más dos o tres formas de morderte

guardaría cerca las otras

novecientas noventa y siete posibilidades de hacerte el amor.

De nuevo te veo un poco y mi mente sabe exactamente

como desabotonarte la camisa y cómo entrar en tu pantalón

como le prestaría mi cuerpo a tus ansias.

Se de qué manera me morderías las piernas

y me apretujarías en tus manos

puedo cronometrar el tiempo que te tomaría vencer mi blusa

y hasta abandonar mi falda.

Pero de pronto,

doy media vuelta y sonrío,

me alejo y de alguna manera adivino

que tú pensaste lo mismo.