Chicas buenas

Pensando en las mujeres que eligen la vida “perfecta” y “prefabricada” de un lindo esposo, una linda casa y unos lindos hijos, sólo para terminar dependiendo emocionalmente del esposo y si es económicamente además, es todavía peor.

Siempre llegará ese día en que te reclamen que te vuelvas independiente, te restregarán la dependencia cuando fue el embobamiento en la relación los que los llevó a ambos ahí. A dependerse hasta asfixiarse.

Pensaba también en las chicas malas, las que deciden tomar las riendas, las que creen no depender de nadie, pero les desgarra lo que ven todas las noches al espejo, que tal vez piensan que entre más grande sea el número de amantes más llena estará su vida.

No me gustaron ninguna de las dos proyecciones, y creo, creo que mi director de tesis tuvo mucha razón aquél día en que me dijo que no importa ni donde ni con quién esté nadie va a hacerse cargo de mi, simplemente seré yo quien lo haga.

Y si alguien tiene que restregarme algo en la cara, quiero que sea eso, que hice lo que me vino en gana, no que me cobijé bajo su protección y que me volví dependiente, parásita y de mentalidad barata.

Pero para no caer en extremos, tal vez termine siendo una loba disfrazada de cordera.